Los iconos del Japón de los 70 inspiran la nueva colección de Kenzo
En la Semana de la Moda de París.
La firma japonesa Kenzo fue la encargada de cerrar hoy la pasarela masculina de París para la primavera-verano 2018, en un desfile mixto inspirado en dos de sus iconos, el compositor Ryuchi Sakamoto y la actriz Sayoko Yamaguchi que sirvieron para reinventar las raíces setenteras de la marca.
Desde que en 2016 Kenzo decidiera hacer únicamente dos presentaciones al año en lugar de cuatro -es decir, uniendo mujer y hombre-, su desfile se ha convertido en la cita por excelencia de la Semana de Moda hombre en París.
En esta ocasión, el show tuvo lugar en el Lycée Camille See del distrito XV, al sur de la capital francesa; un enorme patio con suelo de ladrillo rodeado por las cristaleras del propio centro de estudios, desde que el que una decena de bailarines hacían acrobacias en el aire al ritmo de la cantante Lafawndah.
Bautizado como "El hilo rojo del destino", el espectáculo se dividió en dos fases: primero desfilaron los hombres y luego las mujeres con casi medio centenar de estilismos en cada una.
Sobre la pasarela, colores vibrantes como el rojo, el púrpura o el amarillo que se intercalaban con brochazos de blanco, negro y azules en prendas juveniles y alegres.
La "maison" ha tratado de capturar la esencia de los citados iconos de la cultura japonesa: la capacidad de Ryuichi para romper las normas con su personal estilo y la habilidad de Sayoko para mezclar estampados, siluetas y colores.
Así, la línea femenina fue una explosión de rayas, flores y faldas en "paisley" que se combinaban con tops más rígidos en crepe de seda con volantes bajo abrigos floreados, mientras que la ropa de hombre recuperó el estilo de sastrería británica, que solía vestir Ryuichi en su juventud, combinada con pantalones de béisbol y sudaderas con estampados gráficos.
"Estamos muy contentos de darle una perspectiva moderna a las raíces de Kenzo que son el color, la energía y la innovación", contaron los diseñadores Carol Lim y Humberto Leon tras el espectáculo.
"La idea era hablar de música y explorar la herencia de la casa celebrando la feminidad pero incluyendo sastrería para mostrar nuestra propia diversidad", concretó Lim.
Los accesorios también tomaron un gran protagonismo, especialmente las sandalias, estilo zuecos, con una mezcla de tejidos y materiales brillantes así como el nuevo bolso, bautizado "Gyoza", un "tote" con una pelota por cierre, en piel y en colores neón.
La moda se da un descanso ahora en París durante seis días antes de que la pasarela vuelva a abrir para los desfiles de Alta Costura, con las colecciones para el otoño-invierno 2017/2018.
EFE